miércoles, 5 de diciembre de 2012

Lo que los médicos no nos cuentan sobre el colesterol



Si en diabetes el experto es el Dr. Bernstein, para entender sobre colesterol deberíamos leer al Dr. Ravnskov autor del libro “Los mitos del colesterol“. En su libro despeja todas las claves que nos han llevado a odiar y temer al colesterol sin motivo:

- Tener el colesterol alto por si solo NO provoca enfermedades cardíacas. El colesterol NO es un veneno mortal.

-  El colesterol proviene de 2 fuentes: de lo que comes y lo que produce tu hígado.

-  La cantidad de colesterol que el hígado produce varía según la cantidad de colesterol que consumes. Si ingieres una gran cantidad de colesterol, tu hígado produce menos. Si no tomas suficiente, tu hígado producirá más. Por eso una dieta baja en colesterol no suele disminuir significativamente el colesterol en sangre.

- Las drogas en forma de pastilla que tomamos para bajar el colesterol no disminuyen tu riesgo de morir por enfermedades del corazón, ni aumentan tu calidad de vida, pero sí suponen un riesgo para su salud y pueden reducir tu vida útil.

- Las estatinas (atorvastatina lovastatina, Zocor o simvastatina, pravastatina y Lescol o fluvastatina) en estudios realizados sobre roedores estimulan la aparición de cánceres.

- LDL y HDL no son 2 tipos de colesterol son lipoproteínas que transportan el colesterol a través del sistema circulatorio. LDL son las de alta densidad (más pequeñas en volumen), y HDL las de baja densidad (más grandes en volumen).

- El colesterol que contienen los alimentos de origen animal NO perjudica la salud salvo cuando es expuesto a altos niveles de calor durante el procesamiento industrial (huevo en polvo pasteurizado) .

- Consumir productos altamente procesados de origen animal contienen colesterol quemado y producen radicales libres que flotan en la sangre y son los culpables de daños en los vasos sanguíneos. En este caso SÍ conviene tener un nivel de LDL bajo.

Colesterol bueno y malo


Procura no tener un colesterol total en sangre menor de 150 mg/dL, ya que puede resultar en depresión, aumento del riesgo de accidente cerebrovascular y desequilibrios hormonales. Un colesterol por encima de 200mg/dL sin llegar a 300mg/dL no implica mala salud.

Exponte al sol (sin quemarte) para tener un adecuado nivel de vitamina D, si tienes el colesterol bajo, las personas con colesterol bajo suelen tener deficiencias en Vitamina D.

Mantén los triglicéridos bajos, lo ideal para no tener riesgo cardíaco es que al hacer la división entre Triglicéridos y HDL el valor que obtengamos sea de 2,0 o inferior.

No te fijes en los números y come bien. Que en tu dieta haya mucha variedad de alimentos vegetales ricos en nutrientes  (verduras, frutas, y cantidades moderadas de frutos secos y semillas).

Consume grasas saludables de tipo vegetal ( aguacate, aceitunas, coco) y de tipo animal (huevos, pescado) mientras minimizas el consumo de alimentos procesados que han sido expuestos a altas temperaturas de cocción.

Quien dicta las normas es lamentablemente quien sale ganando: farmaceuticas e industria alimentaria. No hay que ser un genio ni un conspiranoico para saber que un futuro próximo los niveles de colesterol total considerados sanos bajarán de los 240 mg/dL actuales a 200 mg/dL. Ya estiman un mínimo de 8 millones de nuevos clientes/usuarios de estatinas.
 
Más información: Mitos del colesterol  
 

lunes, 3 de diciembre de 2012

La gripe en embarazadas duplica el riesgo de hijos autistas

Según un estudio realizado en Dinamarca, el riesgo se triplica si las madres han sufrido fiebre por períodos prolongados


La gripe en embarazadas duplica el riesgo de hijos autistas
Mujer embarazada. / Archivo

Las mujeres que han padecido gripe durante el embarazo tienen el doble de posibilidades de tener un hijo autista, según un estudio realizado en Dinamarca que ha sido publicado en Estados Unidos.

La investigación, basada en preguntas telefónicas a las madres, se realizó en una muestra de casi 97.000 niños daneses de entre 8 y 14 años nacidos entre 1997 y 2003. De estos, solo al 1% (976) le fue diagnosticado autismo. Sin embargo, cuando los autores preguntaron a las madres si habían tenido alguna infección durante el embarazo, entre aquellas que indicaron haber tenido gripe el riesgo de tener un hijo con autismo aumentó más del doble, según la investigación publicada por la revista estadounidense ‘Pediatrics’.

El riesgo se triplicaba si las madres habían sufrido fiebre por períodos prolongados, es decir de siete días o más de duración, antes de la semana número 32 de embarazo. Por último, haber tomado antibióticos durante el embarazo también fue relacionado por los investigadores con una probabilidad ligeramente mayor de tener un hijo autista.

Sin embargo, los autores han insistido en que "no saben si un tratamiento con antibióticos está en el origen de la asociación con el autismo observada"."Esta relación entre el antibiótico y el autismo es algo nuevo que aún no se ha confirmado", han señalado.

Dado el vínculo observado entre la gripe de la madre y el autismo del niño, los autores del estudio recomiendan a las mujeres embarazadas que se vacunen a modo de precaución. Los investigadores realizaron el estudio sobre la base de los resultados de una investigación previa hecha en ratones que sugirió que la activación del sistema inmunológico materno durante el embarazo puede provocar deficiencias en el desarrollo neuronal del feto.

sábado, 1 de diciembre de 2012

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viernes, 30 de noviembre de 2012

Que beben tus huesos?



Nuestro sistema óseo realiza muchas más funciones que las que nos han contado hasta ahora. No solo protegen nuestros órganos como en el caso de pulmones, médula y cerebro, o almacenan minerales que nos sirven de reserva ante estados carenciales o deficitarios como en el embarazo. Los huesos no están inmóviles ni mucho menos son inertes y hoy en día se sabe que forma parte del sistema endocrino.

azucar y artritis

Estudios en ratones descubieron que el hueso desempeña un papel importante en el control del metabolismo del azúcar, el balance de energía y el peso, lo que sugiere que el esqueleto es realmente un miembro del sistema endocrino. Algo que de nuevo nos demuestra lo poco que realmente conocemos sobre nuestro cuerpo. A partir de este descubrimiento se abrieron nuevas vías de estudio para posibles causas para determinadas enfermedades óseas. Y en concreto se estudia sobre la osteocalcina que liberan los osteoblastos que regula la mineralización, glucosa en sangre y deposición de grasas, a mayor cantidad de osteocalcina menos diabetes tipo 2 y obesidad se desarrollaba en los ratones.
Lo siguiente fue estudiarlo en personas y es habitual que las personas con diabetes tipo 2 y obesidad tengan bajos niveles de osteocalcina. Se puede decir que la osteocalcina es inversamente proporcional al índice de masa corporal, masa grasa y glucosa. Y está en proporción a la secreción y sensibilidad a la insulina a la vez que  aumenta la producción de células beta pancreáticas (productoras de insulina)
Una de las hormonas que han dado pistas sobre esta posible relación es la leptina que liberan nuestras células grasas y que también tiene su parte en la  formación del hueso. Es por eso que ahora se cree que cualquier alteración en el sistema hormonal puede tener consecuencias en el estado de nuestros huesos.
Cada vez se tiene más certeza sobre la idea de que todas las hormonas están no solo en equilibrio entre sí, sino que además unas interfieren en las funciones de las otras, en el sistema hormonal humano aún no podemos decir que todo sea conocido y esté demostrado.
Así que a nadie debe extrañarle que en siguientes estudios se haya buscado la relación entre el consumo de refrescos (con azúcar) y el desarrollo de osteoartritis. Los resultados confirman que los refrescos azucarados no solo ayudan a ganar peso, también empeoran y dificultan la recuperación de la artrosis de rodilla, sobre todo si eres hombre. Es simple, cuantos más refrescos, peor pronóstico. La rotura del cartílago en la articulación de la rodilla que hasta ahora era debido a varios factores como obesidad, edad,  lesiones anteriores..etc. a los que ahora habría que añadir una mala dieta en la que se consumen refrescos azucarados.
bebe agua para tus huesos
Hay que darse cuenta que la calidad y densidad de tus huesos no es inalterable una vez has dejado de crecer y por suerte, puede modificarse, y no solo tiene que ver con su relación con el calcio ya que un solo nutriente mineral no funciona como causante exclusivo de una enfermedad y menos aún en el caso de uno tan abundante como el calcio. Los huesos además necesitan vitamina D3 (pescado azul, hígado, huevos) para poder absorber el calcio y vitamina K (aguacate, yema de huevo, aceite de oliva, verduras de hoja verde) para que este no se deposite en las articulaciones y/o arterias. Pero lo principal es siempre una dieta libre de “alimentos” dañinos.


miércoles, 28 de noviembre de 2012

Una sustancia relacionada con la grasa puede ayudar a tratar la epilepsia


HALLAZGO GRACIAS A LAS DIETAS CETOGÉNICAS


MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS)

Científicos de las universidades de Londres y Royal Holloway, en Reino Unido, han descubierto que una sustancia que produce el organismo cuando utiliza grasa como combustible puede convertirse en un nuevo medicamento para tratar la epilepsia, según los resultados preliminares que publica la revista 'Neuropharmacology'. 

La idea surgió por una dieta especial a la que se somete a algunos niños con una forma de epilepsia severa y resistente a los fármacos. La llamada dieta cetogénica es rica en grasas y baja en carbohidratos, y funciona simulando aspectos del ayuno forzando al organismo a quemar grasas en lugar de carbohidratos. 

Aunque a menudo es efectiva, esta dieta ha sido criticada porque los efectos secundarios pueden ser graves y potencialmente conducir a estreñimiento, hipoglucemia, retrasos en el crecimiento y fracturas óseas. 

Pero los investigadores confiaban en que, identificando los ácidos grasos de la dieta cetogénica que son efectivos en el control de la epilepsia, pudieran desarrollar una tableta para niños y adultos que ofreciera un control similar para la enfermedad sin los efectos secundarios. 

En ensayos preliminares, según han explicado en declaraciones a la BBC, los científicos identificaron ácidos grasos que parecen ser buenos candidatos para llevar a cabo esa función. 

Encontraron que algunos de los ácidos grasos no sólo superaron el efecto de un medicamento regular para epilepsia, llamado valproato, para controlar convulsiones en animales, sino que también mostraron menos efectos secundarios. 

Según ha destacado el profesor Matthew Walker, "este hallazgo ofrece todo un nuevo enfoque para el tratamiento de las epilepsias resistentes a los medicamentos en niños y adultos". 

Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de la organización Epilepsy Action, Simon Wigglesworth, ha avanzado que ya se sabía que la dieta cetogénica podía ser un tratamiento sumamente efectivo en niños con epilepsia difícil de controlar y está comenzando a utilizarse en adultos". 

"La dieta es alta en grasas y baja en carbohidratos y el equilibrio de la dieta necesita ser cuidadosamente controlado en cada niño. Aunque algunos logran manejar muy bien la dieta otros encuentran que ésta es desagradable y difícil de seguir", ha explicado, mostrándose entusiasmado "a ver cómo progresa esta investigación".

lunes, 26 de noviembre de 2012

Un estilo de vida activo aumenta la estructura del cerebro y retrasa el Alzheimer

Si no quieres olvidarte jamás de quien más quieres, esto te interesa.

Andar, pasear, actividad, senderismo


Foto: ILDAR SAGDEJEV/WIKIMEDIA COMMONS


MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) - 

Un estilo de vida activo ayuda a conservar la materia gris en el cerebro de los adultos mayores y podría reducir la carga de la demencia y la enfermedad de Alzheimer, según un estudio de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos), presentado en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica. 

Los científicos examinaron cómo un estilo de vida activo puede influir en la estructura del cerebro de los 876 adultos analizados en la investigación, con un promedio de edad de 78 años, procedentes del Estudio estadounidense de Salud Cardiovascular, cuya cognición osciló entre normal y demencia por Alzheimer. Así, obtuvieron datos clínicos de 20 años, incluyendo el índice de masa corporal y los hábitos de estilo de vida. 

Los factores de estilo de vida examinados incluyeron deportes recreativos, jardinería y trabajar en el jardín, andar en bicicleta, bailar y montar una bicicleta de ejercicio. "Sacamos a los pacientes de cuatro centros en todo el país y hemos sido capaces de evaluar la producción de energía en forma de kilocalorías a la semana", explicó Ciro Raji, doctor residente de Radiología en la Universidad de California. 

Los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética y una técnica llamada morfometría basada en voxel para modelar las relaciones entre la producción de energía y el volumen de la materia gris. Tras un control por edad, tamaño de la cabeza, deterioro cognitivo, sexo, índice de masa corporal, educación, ubicación del sitio de estudio y enfermedad de la sustancia blanca, encontraron una fuerte asociación entre la producción de energía y el volumen de materia gris en áreas del cerebro cruciales para la función cognitiva. 

El aumento del gasto calórico se relacionó con un mayor volumen de materia gris en los lóbulos frontal, temporal y parietal, incluyendo el hipocampo, la corteza cingulada posterior y los ganglios basales y hubo una fuerte asociación entre la alta producción de energía y un mayor volumen de materia gris en pacientes con deterioro cognitivo leve y Alzheimer. 

"El volumen de la materia gris es un indicador clave de la salud del cerebro. Un volumen creciente de materia gris significa un cerebro sano, mientras que en la enfermedad de Alzheimer se observa un volumen menguante", explicó Raji, ya que la materia gris incluye las neuronas que funcionan en la cognición y los procesos cognitivos superiores orden. 

"Lo que más me impresionó acerca de los resultados del estudio es que no es más que una combinación de los estilos de vida y actividades lo que beneficia al cerebro. Prácticamente todas las actividades físicas examinadas en este estudio son una variación de la actividad física aeróbica, lo que sabemos por otros trabajos que puede mejorar el flujo sanguíneo cerebral y fortalecer las conexiones neuronales", concluyó, tras insistir en que el envejecimiento del cerebro pueden ser aliviado a través de un estilo de vida activo.

miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Hay que tomar leche para evitar las fracturas?



Según un estudio; incluso se produce un aumento del riesgo de fracturas.


Las recomendaciones dietéticas habituales aconsejan tomar 2-3 tazas diarias de leche desnatada o su equivalente en productos lácteos. Una de las principales razones es porque la leche es un alimento rico en calcio.

El calcio es uno de tantos minerales que forman la estructura del hueso, y aunque los otros también tienen una gran importancia, se ha sobrevalorado el papel del calcio en la salud de los huesos.

Debido a que en los países industrializados las fracturas por debilidad de los huesos (osteoporosis) afectan a una parte importante de la población anciana, especialmente en mujeres postmenopáusicas, se recomienda una ingesta de productos lácteos adecuada para asegurar tomar la cantidad de calcio supuestamente necesaria.

Pero, ¿realmente es tan necesario tomar esa cantidad de lácteos y calcio para evitar fracturas?, esa respuesta nos la van a dar los estudios científicos publicados sobre este tema.

En un estudio1 publicado en la prestigiosa revista The American Journal of Clinical Nutrition, los autores revisaron los datos de todos los estudios publicados hasta la fecha (año 2007) donde habían investigado la ingesta de calcio con las fracturas de hueso, concretamente de la cadera. Los resultados fueron los siguientes: la ingesta de calcio no está asociada con el número de fracturas de cadera en hombres y mujeres, en estudios observacionales. Al analizar los estudios donde se dio calcio comparado con un placebo (cápsula con una sustancia inocua) no se produjo ninguna reducción en el número de fracturas, e incluso se produce un aumento del riesgo.

Por lo tanto, no hay ningún estudio que demuestre que dar calcio como suplemento, o ingerir más calcio de lácteos, genere protección contra fracturas.

Por otro lado, en un conocido estudio2 publicado en la revista British Medical Journal, los autores valoraron el efecto de dar 1 gramo de calcio, comparado con un placebo, en el número de eventos cardiovasculares en mujeres de edad avanzada (74 años de media).

Los resultados fueron impactantes, al cabo de 5 años, el grupo de mujeres (732 mujeres) que tomó calcio tuvo un porcentaje significativamente mayor de infarto de miocardio que el grupo (739 mujeres) que no tomó calcio.
Figura 1





Ciertas poblaciones (por ejemplo, los isleños de Kitava estudiados por Staffan Lindeberg) que no consumen leche tienen un riesgo de fractura mucho menor que poblaciones que consumen muchos productos lácteos. Esto quiere decir, que hay otros factores, además de la leche y el calcio, que influyen mucho sobre la salud de los huesos.

En conclusión, la mayoría de la publicidad que recibimos diariamente sobre el efecto protector de la leche sobre los huesos no tiene ninguna evidencia científica, e incluso, el consumo elevado de calcio puede aumentar el riesgo de infarto de miocardio en ciertos grupos de personas.

Además, el consumo de leche puede inducir algunos problemas de salud a largo plazo, como alergias alimentarias, enfermedades cardiovasculares (la beta-caseína A-1 produce un péptido llamado beta-casomorfina-7 asociado a un aumento del riesgo cardiovascular) o autoinmunes (esclerosis múltiple o diabetes tipo 1) en personas genéticamente susceptibles. Estos temas los abordaremos en el futuro.


Maelan Fontes Villalba, MS
Doctorando en Nutrición
Center for Primary Health Care Research
Faculty of Medicine, Lund University
Malmö, Sweden
www.maelanfontes.com
@maelanfontes

Referencias

1. Bischoff-Ferrari HA, Dawson-Hughes B, Baron JA, et al. Calcium intake and hip fracture risk in men and women: a meta-analysis of prospective cohort studies and randomized controlled trials. Am J Clin Nutr 2007;86(6):1780–90.
2. Bolland MJ, Barber PA, Doughty RN, et al. Vascular events in healthy older women receiving calcium supplementation: randomised controlled trial. BMJ 2008;336(7638):262–6.

martes, 30 de octubre de 2012

Posponer la alarma para dormir ‘un ratito más’ arruina tu sueño


El botón de repetición (o snooze en inglés) del reloj es uno de los pequeños lujos de la vida, y hace fácil que te engañes pensando que todo lo que necesitás son algunos minutos más de cama. A lo sumo es una muleta psicológica, y en el peor de los casos, arruina la química de tu cerebro para todo el día. Además, jamás ayuda a obtener un descanso extra real.

¿Por qué querés volver a dormirte después de haberte despertado? Durante el inicio del sueño, tu cuerpo libera serotonina al torrente sanguíneo, un neurotransmisor comúnmente asociado con el bienestar y la felicidad que calma el cuerpo y proporciona la sensación de satisfacción que nos inunda como nos relajamos al dormir. Entonces no es de extrañar que apretar el botón de “snooze” se sienta tan bien.

Sin embargo, no es una bendición tener el cuerpo bombeado de serotonina. A lo largo de la noche, estos químicos vertidos a tu torrente sanguíneo cambian.

El adulto promedio necesita de 7 a 9 horas de sueño por noche, y aunque la cantidad exacta varía de persona a persona, tu cuerpo sabe cuando ha tenido suficiente, así que bombea dopamina para suprimir la sensación de somnolencia y prepararse para despertar.

Cuando pulsás el botón de repetición y te volvés a dormir, el goteo de dopamina vuelve a empezar y tu cuerpo se convierte en una coctelera de químicos, ya que los neurotransmisores se confunden y hacen efectos contradictorios. Apretar el snooze puede liberar ciertas sustancias químicas para sentirse bien, pero al final lo que hace es mandar a tu cuerpo a diferentes direcciones. Esto es lo que te hace sentir desorientado y que te sea difícil ponerte en marcha.

El sueño se produce en ciclos de diferentes características neurológicas. Las dos más importantes son el movimiento rápido de los ojos (REM) y el sueño profundo. La primera permite que el cerebro tamice las actividades del día, mientras que la segunda proporciona el puro descanso que el cuerpo necesita para funcionar.
Las dos van y vienen durante la noche, y la duración de cada etapa varía de persona a persona. Pero todos experimentamos el sueño profundo temprano en la noche, y más REM antes de despertar naturalmente.

Durante una o dos horas antes de despertar, entonces, principalmente tenés REM. Soñás mucho durante este período y los recuerdos recientes se consolidan. Extrañamente, esto significa que tu cuerpo hace la mayor parte del procesamiento de los acontecimientos del día anterior justo antes de despertar naturalmente. Cuanto antes interrumpís ese proceso (por ejemplo, poniendo una alarma antes de lo que necesitás para después posponerla) menos tiempo te das para procesar esas experiencias.
Las investigaciones demuestran que reducir el sueño REM de esta manera puede debilitar tus funciones mentales durante el día.

Una creencia general sobre el botón de repetición de la alarma es que esas cortas dormidas van a ayudar al cuerpo a descansar. Pero los estudios sobre la fragmentación del sueño sugieren lo contrario: el sueño que se interrumpe cada minuto o cada diez puede conducir a la "alteración diurna relacionada con la falta de sueño”. En otras palabras, tiene menos valor el sueño interrumpido, que puede generar alteraciones en la memoria, en el tiempo de reacción, en la comprensión y en la atención.

Lo que podés hacer
Si estás cansado despertar cada mañana, es hora de enfrentar la realidad: No estás durmiendo lo suficiente y ninguna cantidad de minutitos extras va a arreglar esto. El mejor consejo es ir a la cama más temprano hasta que naturalmente te despiertes justo antes de la alarma. Así sabrás que estás recibiendo todo el sueño que tu cuerpo necesita.

Pero ¿a quién engañamos? Sería bueno vivir sin despertador, pero eso probablemente no va a suceder. Si la tentación del botón de repetición de alarma es demasiado alta, podrías al menos tratar de minimizar los efectos negativos que tiene.
Así que seguí el ejemplo de los expertos en sueño fragmentado, que sugieren que la longitud óptima de una siesta es de alrededor de 20 minutos. Con menos que eso, se obtienen pocos beneficios y con más, se corre el riesgo de caer en el sueño profundo, lo que hará que se te haga más difícil despertarte. Tomarse una siesta no es lo ideal, pero es menos perjudicial que unos minutos “de más” cada mañana posponiendo la alarma.
 

lunes, 29 de octubre de 2012

¿Cuál es tu objetivo?


El ictus es la segunda causa de muerte en España y la primera en las mujeres

Original

ABCSalud

El ictus es la segunda causa de muerte en España y la primera en las mujeres

Las consecuencias de un infarto cerebral o ictus, la segunda causa de muerte en España y la primera en las mujeres, varían en función de su duración y de su localización, ya que «esto y el tamaño de la arteria que se ve afectada puede suponer que sea reversible o irreversible», explicó a Europa Press el presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), Fernando Civeira. 

Hoy lunes, 29 de octubre, se celebra del Día Mundial del Ictus y, según Civeira, sufrir esta enfermedad puede provocar «gran variedad de secuelas», que van desde «la muerte en pocos minutos», si el ictus afecta a zonas vitales como el centro respiratorio; o inexistentes, si éste es «transitorio, se ubica en una arteria pequeña o si el trombo se disuelve rápidamente».
Un infarto cerebral puede provocar en los afectados pérdida de la visión, de la fuerza en un brazo o en una pierna, de la sensibilidad, del conocimiento o del habla. Según el experto, «cualquier función cerebral se puede perder», circunstancia que se agrava cuando se producen pequeños infartos múltiples, que «pueden llevar a la demencia». Y es que, el presidente de la SEA señala que el ictus «es la segunda causa de esta patología, sólo por detrás del alzhéimer». No obstante, la consecuencia más común del infarto cerebral es la hemiplejia, que se origina cuando se produce la obstrucción de una arteria grande como la arteria cerebral media y deriva en una parálisis de la mitad del cuerpo. 

Sin sangre
El ictus es una enfermedad que se produce por un defecto neurológico secundario a una disminución del flujo cerebral, lo que provoca «un daño porque no llega suficiente cantidad de sangre al cerebro en un momento determinado», afirma Civeira. Existen dos tipologías de infarto cerebral, dependiendo de que se produzca una obstrucción o una rotura de una arteria. En los primeros casos, o isquémicos, la causa originaria suele ser una placa de ateroma que «produce una lesión en las neuronas y en el tejido cerebral». Por su parte, en los hemorrágicos, la causa suele ser «hipertensión arterial y anomalías vasculares como aneurismas cerebrales», subraya. 

Se calcula que el ictus que afecta a entre 120.000 y 130.000 personas al año en este país. El coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Jaime Masjuán, señaló a EFE que los síntomas se presentan «de repente» y puede ser desde dificultad para hablar, problemas en la visión, y perdida de fuerza o sensibilidad en la mitad del cuerpo. 

Actuar con rapidez
Por ello, Masjuán ha querido remarcar la importancia de ponerse en contacto con el servicio de emergencia 112 ante los primeros síntomas. «Hay que actuar rápido e ir a una unidad de ictus porque existen tratamientos que aplicados en las primeras ocho horas pueden disolver ese trombo y, a veces, incluso curarlo. De lo contrario, pueden quedar secuelas físicas muy graves».

Anteriormente, tan solo un 30 por ciento de las personas que había sufrido un ictus llegaba a recuperarse completamente pero las nuevas técnicas ofrecen mejores resultados y solamente un porcentaje similar de los pacientes tratados a tiempo tendrán algún tipo de secuelas. La SEN estima que uno de cada seis españoles sufrirá un infarto cerebral a lo largo de su vida, por lo que Masjuán ha incidido en la necesidad de llevar una vida saludable, ya que elementos como el tabaco, la hipertensión y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir un ictus.

Información al ciudadano
Y, con motivo del Día Mundial del Ictus, la SEN ha impulsado una red de puntos informativos en diferentes hospitales de toda España en los que se realizarán pruebas preventivas de ictus. Esta iniciativa, con la que la Sociedad pretende atender a unas 6.000 personas, tiene como objetivo incidir en la importancia de llevar a cabo actividades preventivas, reconocer las señales de aviso de un posible ictus, y enseñar la forma en la que hay que actuar para evitarlo.
«Esta iniciativa es especialmente relevante si tenemos en cuenta la devastadora incidencia de esta enfermedad ya que uno de cada seis españoles sufrirá un ictus a lo largo de su vida», han asegurado desde la SEN. Durante la jornada también tendrá lugar la ceremonia de entrega de los 'Premios Ictus 2012', en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, que este año ha recaído en la periodista María Escario, en la «categoría social», por su «valentía y fuerza» frente a la enfermedad. 

Vivir con ictus
Isabel, enfermera en la UVI de un conocido hospital de cirugía cardiovascular de Barcelona, es una de esas personas a las que la vida le cambió en unos instantes. De un momento a otro, mientras cenaba tranquilamente con unos compañeros de trabajo, sufrió un ictus que le tuvo 14 días en la UVI. Hoy cuenta su historia de superación en el documental «Ictus, un terremoto emocional», en el que explica cómo continua la vida después de sufrir este duro golpe.

«Sentí un dolor intenso en la cabeza, se me paralizaron los miembros, no podía articular palabra y perdí el conocimiento. Me desperté 14 días después en una UVI en la que yo era la paciente. Me habían hecho una craneotomía, estaba hemipléjica y mi única sensación era un frío insoportable». Así describe Isabel Palomeque, enfermera de Barcelona el ataque cerebro-vascular, o ictus, cuando tenía 24 años. Ya han pasado ocho años y, como ella dice, «el tiempo es una medicina potente. Desde la desesperación de mi primer encuentro con el espejo, he pasado a la lucha por hacerme un hueco en una sociedad que se resiste a admitir personas con discapacidad como un miembro más».

Sabe de lo que habla, pasó de ser una brillante enfermera con una carrera profesional por delante a, de la noche a la mañana, tener casi que reaprender a leer y a escribir. «No se daba un céntimo por mi vida los primeros días. Vivo, pero con secuelas difíciles de asimilar. Puedo desplazarme sin ayudas ortopédicas importantes. Uso un protector de esguinces. Eso me limita, sin duda, pero la afasia motora es terrible. Me cuesta mucho leer y escribir. He perdido la capacidad de hablar en inglés ó catalán. 

Sin un «¿por qué?»
Isabel reconoce que ninguno de los especialistas a los que ha consultado desde entonces sabe con certeza porque le sucedió esto. «La teoría más repetida es que se supone que tenía una malformación congénita en los vasos sanguíneos de algún rincón de mi cerebro. Una bomba de relojería esperando actuar. Tardó 24 años, pero actuó. Puede decirse que, con ayuda de mi familia, hemos intentado probar todos los recursos de que somos conocedores para paliar los efectos del Ictus», explica. «Sin embargo, añade, las neuronas necrosadas son irremplazables. Es el origen de las secuelas que sufro. He probado todos los recursos para activar lo que llaman plasticidad neuronal: fisioterapia, hipoterapia, método Prefetti, medicina tradicional china, y un largo etcétera. Evidentemente combinado con medicación permanente de la mano del neurólogo. Tampoco se sabe qué es lo que va mejor. Todo tiene un mayor o menor sentido y todo coopera para lograr la mejor recuperación».

Lo que explica Isabel es una constante en la mayoría de los pacientes que han sufrido un ictus, en mayor o menos medida todos buscan soluciones para mejorar su calidad de vida combinando la medicina «tradicional» con otros métodos alternativos. Fundamentalmente porque el 40% de ellos termina sufriendo una discapacidad que le impedirá valerse por sí mismo.

En estos casos, la ayuda del entorno es fundamental. Isabel vive sola y, gracias a la Ley de Dependencia, tiene una persona que le ayuda con la limpieza de su casa. Pero reconoce que no sería nada sin su madre. «Ella me cubre allí donde no llego. También mi padre siempre tiene un hueco para ayudarme en muchas cosas. En cualquier caso donde encuentro también un apoyo de camaradería es en mis hermanos, sus amigos y algunas de mis antiguas amigas. Son los que me han devuelto la risa y casi me olvido de mi situación real cuando comparto con ellos confidencias en esas horas tan entrañables de los viernes noche y sábado».

lunes, 22 de octubre de 2012

¿Entrenar LARGO Y SUAVE o CORTO Y INTENSO?

Actualmente la ciencia nos dice que es mucho mejor entrenar corto (poco tiempo) y con intensidades entre submáximas y máximas que largo (mucho tiempo) y a baja intensidad. Mira todos los beneficios que puedes conseguir entrenando tan solo media hora, 3 dias a la semana.



viernes, 12 de octubre de 2012

Dieta Paleolítica vs. Dieta Mediterránea y Diabetes tipo 2


Resumen del estudio del Dr. Lindeberg realizado por el Dr. Maelán Fontes Villalba que compara la dieta mediterránea con la Paleolítica y la prevalencia de Diabetes tipo 2. Al tener una generación de diabéticos en la parte materna de mi familia, es un tema en el cual siempre me gusta estar al día. Como podeis ver, con la Paleodieta en doce semanas se reduce el número de diabéticos a 0.

Artículo: Lindeberg S, Jönsson T, Granfeldt Y, et al. A Palaeolithic diet improves glucose tolerance more than a Mediterranean-like diet in individuals with ischaemic heart disease. Diabetologia 2007;50(9):1795–807.

Ya era hora de que hiciera un resumen de un estudio de intervención con dieta, en este caso la dieta a la que como especie estamos adaptados, y que corresponde con la dieta que tuvimos durante nuestra evolución.

Se trata de un estudio de intervención aleatorizado y controlado de 3 meses de duración en 29 pacientes con enfermedad isquémica del corazón y diabetes tipo 2. El investigador principal es el Dr. Staffan Lindeberg, médico y doctor del Centro de Investigación en Salud en Atención Primaria de la Universidad de Lund, Suecia. El objetivo del estudio fue comparar el efecto de dos dietas sobre la tolerancia a la glucosa y la diabetes. Sin embargo, uno de los aspectos más destacados del estudio es que la dieta de investigación no iba dirigida a testar el efecto de los carbohidratos, la grasa, la fibra, la fruta o los vegetales y sus proporciones. En cambio, la intervención tenía como intención comparar una dieta basada en los alimentos que tuvimos durante nuestra evolución y una dieta basada en alimentos introducidos recientemente y que forman parte de la pirámide de nutrición recomendada, es decir, era más importante el tipo de alimentos que las proporciones entre macronutrientes. En concreto se comparó una dieta paleolítica con una dieta mediterránea.

En la dieta paleolítica se aconsejó el consumo de pescados, carnes magras, frutas, verduras, tubérculos, huevos y frutos secos. En la dieta mediterránea se aconsejó el consumo de cereales integrales, lácteos desnatados, verduras, frutas, pescados, margarina y aceite vegetal. En ambos casos la dieta fue ad libitum, lo que significa que los participantes podían comer todo lo que querían en cuanto a cantidad, sin limitaciones de calorías, pero basado en los grupos de alimentos recomendados en cada caso.

Los resultados fueron muy significativos al cabo de 3 meses:
En primer lugar, la cantidad de calorías que ingirieron los participantes de la dieta paleolítica fue de 1,344 ± 521 Kcal, comparado con 1,795 ± 306 en la dieta mediterránea, una diferencia significativa (p=0.01) de 451 Kcal al día. Este dato fue objeto de otra publicación posterior, que analizaremos en el futuro, porque afortunadamente los autores midieron la saciedad (la capacidad de quedarse lleno con la comida y el tiempo que transcurre hasta que la persona tiene hambre de nuevo) de la dieta. A pesar de que consumieron unas 451 Kcal menos en la dieta paleolítica, los sujetos de ambos grupos se encontraban igual de saciados, lo que significa que una dieta paleolítica tiene más capacidad de saciedad por caloría. Las razones las analizaremos en un próximo newsletter. Por consiguiente, esta dieta sería ideal para la pérdida de peso.
Figura 1.


calorias

En segundo lugar, el test de tolerancia oral a la glucosa (que mide la capacidad del cuerpo de regular la glucosa en sangre) mejoró de forma significativa de las 0-6 semanas y de las 6-12 semanas, y con un efecto continuo. Sin embargo, en la dieta mediterránea, hubo mejoría de las 0-6 semanas pero no de las 6-12, lo que significa que no fue eficaz en la segunda parte, a pesar de que los pacientes perdieron peso porque la dieta era baja en calorías comparado con la que tenían antes de empezar el estudio. Posiblemente, el hecho de reducir los cereales en la dieta paleolítica produce beneficios a nivel metabólico independientemente de la pérdida de peso, obedeciendo a mejor funcionamiento hormonal.
Figura 2.
 AUC glucosa
En tercer lugar, hay que destacar que en el grupo paleolítico, donde habían 14 participantes, al cabo de 6 semanas sólo uno era diabético y al cabo de 12 semanas ninguno era diabético. Comparado con la dieta mediterránea, donde a las 6 semanas habían 3 diabéticos y a las 12 semanas 5, una diferencia significativa entre un grupo y otro.
Figura 3.
 diabeticos
Finalmente, al analizar los datos derivados de los registros de pesado de alimentos (los pacientes tenían que pesar todo lo que comían durante 4 días en varias ocasiones) queda muy claro que la mayor diferencia entre una dieta y otra fue el consumo de cereales que era de unos 18 gramos y 268 gramos en la dieta paleolítica y mediterránea, respectivamente. En segundo lugar, el consumo de lácteos que fue de 45 gramos y 287 gramos en la dieta paleolítica y mediterránea, respectivamente. En tercer lugar, el consumo de frutas que fue de 493 gramos y 252 gramos en la dieta paleolítica y mediterránea, respectivamente. Por lo tanto, en la dieta paleolítica se consumieron muchísimos menos cereales, menos lácteos y más fruta. También hubo diferencias, aunque no significativas, en el consumo de otros alimentos; en la dieta paleolítica se consumieron más carnes, pescados, verduras, huevos, y menos legumbres y aceites vegetales. Cabe destacar que aquí se derriba el mito de la fruta para los diabéticos, es decir, en este caso aumentar el consumo de frutas ayudó al control de glucosa, justo al contrario de lo que se cree.
Figura 4.
 food record
Para finalizar, comentar que este estudio tiene dos limitaciones, una muestra pequeña n=29 y una duración corta, 12 semanas. Por lo tanto, a pesar de ser muy superior a la dieta mediterránea, necesitamos estudios de más muestra y mayor duración para tener datos más consistentes. En la actualidad se está desarrollando un estudio con estas características (y resultados muy similares a éste) y en breve comenzará otro estudio de intervención con las características del estudio analizado en este newsletter.

Maelán Fontes Villalba, MS
Centro de Investigación en Salud en Atención Primaria, Universidad de Lund, Suecia
Doctorando en Nutrición, Universidad Complutense de Madrid
Máster en Nutrición Humana y Calidad de los Alimentos, Universidad de las Islas Baleares

viernes, 5 de octubre de 2012

"La dieta más saludable es la dieta paleolítica"


Te dejo esta estrevista a Carlos Pérez, autor de Paleovida.

Tengo 33 años. Nací en Palafrugell y vivo en Sant Feliu de Guíxols. Uso la nutrición para sanar. Vivo en pareja, sin hijos. ¿Política? Estar bien. Ateo, creo en las verdades científicas. Hace sólo 200 generaciones que ingerimos harinas, azúcares y lácteos: ¡no estamos adaptados!


Paleovida

El doctor estadounidense Loren Cordain ha acuñado el término paleodieta para resumir la alimentación humana preagrícola: es la que nuestra especie ha frecuentado durante el 95% de su existencia, la que nos ha modelado, a la que estamos adaptados. Carlos Pérez, máster en Psiconeuroinmunología, ha llegado a la conclusión de que la paleodieta (más la paleogimnasia y otros hábitos que nos han esculpido durante milenios) es la clave para recuperar la salud y el bienestar. Y Pérez predica con la práctica..., y lo cierto es que lo veo en excelente forma. A sus pacientes (www.regenera.cat) les aplica los mismos principios paleolíticos..., y asegura que todos mejoran su calidad de vida.

Qué es la paleovida?
El estilo de vida que modeló a la especie humana.

¿En qué consiste?
En movernos y en comer según cierta dieta.

¿Movernos?
Con los ejercicios que hacían nuestros ancestros: caminar, correr, saltar, empujar, arrastrar, escalar, trepar, reptar... Esfuerzos breves e intensos nos han modelado.

¿Y qué dieta nos hizo como somos?
La del hombre paleolítico: la paleodieta.

¿Qué comía el hombre paleolítico?
Pescado y crustáceos. Verduras, bulbos, bayas y frutas. Y carne y tuétano.

¿Somos carnívoros o vegetarianos?
¡Carnívoros! Las grasas de la carne nos dieron energía, acortaron el intestino y acrecentaron el cerebro. ¡Necesitamos grasas!

Pero la grasas nos engordan...
¡Falso! Las grasas de buena calidad... ¡nos adelgazan! El aceite de oliva virgen extra crudo, los frutos secos y el aguacate, grasas del pescado y de la carne de caza... o de animales que hayan correteado por el campo.

¿Y la carne de animales estabulados?
Es grasa insana. Si el animal corretea, su grasa se infiltra en la carne ¡y es saludable!

¿Y dónde puedo encontrar esa carne?
Puede encontrar carne de calidad: busque por internet y verá. ¡Y evite esa carne que suelta agua al freírla... y queda en nada!
Ah, sí, eso me da mucha rabia.
Es de animal estabulado y cargado de antidiuréticos para retener agua y ganar peso.

Resumo: carne y pescado, y verduras y fruta. ¿Eso es la paleodieta? 
Sí. ¡Es lo que habíamos comido siempre!

¿Qué entiende por "siempre"?
Desde que somos humanos, ¡hace 76.000 generaciones! Porque hace sólo 200 generaciones que comemos como ahora. Ah, y hace sólo siete generaciones que comemos azúcares refinados y grasas trans (bollería).

¿Y estos periodos son relevantes?
Mucho: nuestro genoma necesita miles de años para adaptarse a cambios del entorno. Por eso padecemos intolerancias alimentarias: ¡en 200 generaciones no hemos tenido tiempo para adaptarnos a lo que comemos!

¿Qué sucedió hace 200 generaciones que modificó la dieta paleolítica?
Comenzó la agricultura y la ganadería: el paleolítico deja paso al neolítico... y empezamos a comer alimentos nuevos.

Enumere esos alimentos nuevos.
Cereales (trigo, cebada, centeno, arroz...), harinas (de cereales o legumbres), lácteos, azúcares y ciertos aceites vegetales.

Pan, pasta... ¡Es lo que como cada día!
Metabolizar eso nos desgasta y causa intolerancias, cefaleas, malestares, inflamaciones, acné, obesidad, diabetes, patologías...

¿Y la paleodieta evita esas dolencias?
¡Sí! Yo como y bebo según la paleodieta... y me siento rebosante de energía y vitalidad.

¿Cómo se bebe según la paleodieta?
¡Con sed! Somos hijos de la sed, pero hoy estamos matándola. ¡Recupera la sed! Con sed, beber agua es un placer inolvidable.

No suelo tener sed...

Porque te pasas el día bebiendo: un café con leche, un refresco, una copa de vino, otro café, una caña... ¡Estás matando tu sed!

¿Qué me aconseja?

No ingieras líquido alguno (ni fruta jugosa) durante un día: recuperarás la sed. Y entonces..., ¡ah, bebe agua! Sentirás tanto placer... que no querrás ya beber otra cosa, seguro.

O sea: nada de ir bebiendo a cada rato.

Ni nada de ir comiendo varias veces al día.

¿Ah, no? ¿No dicen que es saludable?
Comer un poquito cada pocas horas... fatiga el intestino. ¡Déjalo reposar! El hombre paleolítico pasaba largas horas sin comer nada..., buscando comida. La sed y el hambre nos modelaron. ¡Come con hambre! Será un placer... y sentará bien a tu intestino.

¿Lo hace usted así cada día?

¡Sí! Por la mañana me levanto y me muevo, hago ejercicio paleolítico... y no desayuno. O apenas, quizá un poco de fruta...

¿Qué dice? ¡Siempre me habían dicho que lo más saludable es desayunar fuerte!

Pues el hombre paleolítico no lo hacía. Salía en busca de comida... ¡y se movía! Porque desayunar fuerte te pide luego reposar...

¿Y cuándo podré comer?
A mediodía, ¡con hambre y alegría! Y abundantemente: estamos diseñados para comer mucha cantidad de golpe cuando se puede.

¿Y luego?
Un reposo. Y ya no necesito comer nada durante seis o siete horas. Y mi intestino me lo agradece. Ya de noche, una cena ligerita.

Póngame un ejemplo de ingesta paleolítica, algo concreto que usted coma.Me como cuatro hamburguesas y un melón. O 300 o 400 gramos de carne o pescado con una escalivada, o con una ensalada, o con verduras salteadas. ¡Y me quedo muy feliz!

¿Se permite comer huevos?
Sí, pero huevos de corral, los que lleven impreso en la cáscara el número 0 (ecológicos) o el 1 (gallinas que se mueven).

¿Qué más incluye la paleovida?
Que nos dé un poco el sol en la piel. ¡Todo esto es la base para tener energía, salud y recursos para ser más feliz! Por desgracia, estamos involucionando como especie...

¿Qué hago para seguir la paleodieta?
Destierra lácteos, pan, pasta, galletas y azúcares: te causan una inflamación subclínica que tiene a tu organismo siempre alerta, agotado, lo que generará patologías autoinmunes, diabetes... ¡La mejor medicina es comer como tus ancestros paleolíticos!


Para en que le interese, el libro
Paleovida .

jueves, 4 de octubre de 2012

´La dieta basada en lácteos, granos o gofio no es la más idónea para la salud´

El lanzaroteño Maelán Fontes Villalba es experto en nutrición humana y cursa un doctorado en el que estudia el efecto de la dieta de la población de la isla de Kitava (Papúa Nueva Guinea), basado en biomarcadores de riesgo cardiovascular y diabetes como la leptina y la insulina.

Fontes, que es investigador en salud en Atención Primaria en la universidad sueca de Lund, defiende la dieta del paleolítico con predominio de frutas, verduras, tubérculos, pescados, carnes y huevos.


                                          ENTREVISTA DE ARÁNZAZU FERNÁNDEZ

¿Cómo surgió su interés por la investigación en nutrición?

Siempre he estado interesado en la salud y, evidentemente, la nutrición es uno de los factores del estilo de vida que influye de manera importante en ella, además del ejercicio físico, el sueño, la contaminación o el estrés. En la actualidad estoy haciendo un doctorado en Nutrición Humana acerca del efecto de la dieta en la isla de Kitava (Papúa Nueva Guinea) sobre biomarcadores de riesgo cardiovascular y diabetes, como la leptina, la adiponectina o la insulina. El doctor Staffan Lindeberg estudió a los habitantes de Kitava en la década de los noventa debido a la aparente ausencia de enfermedades de la civilización, que son las que nos afectan en las poblaciones occidentalizadas como las cardiovasculares, la diabetes, la hipertensión o la obesidad.

¿A qué se debe esa aparente ausencia de enfermedad en los habitantes de Kitava?

Lo que caracteriza a la isla de Kitava, y que explica en gran parte su estado de salud, es que siguen teniendo una dieta parecida a la de nuestra evolución, basada en tubérculos, verduras, frutas, pescados, huevos, algo de carne y coco. Destaca la ausencia total de cereales, legumbres, productos lácteos, azúcares aislados y aceites vegetales refinados. Además, un 85% de la población es fumadora y aún así su salud es excepcional.

Usted es defensor de la dieta del paleolítico. ¿Qué ventajas aporta frente a la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea es un paso adelante en la búsqueda de una dieta óptima para el ser humano, pero diría que es la segunda mejor opción. Si comparamos la dieta mediterránea con una dieta americana o la que lleva cualquier ciudadano en un país europeo, es superior en muchos aspectos y por eso se puede ver un efecto positivo comparado con la otra. Por ejemplo, si comparo dos dietas donde en una cambio galletas o bollería por leche, probablemente, la leche sea mejor que las galletas o la bollería, lo que no quiere decir que la leche sea el alimento más idóneo para la salud. Si comparamos la leche con frutas y verduras, éstas últimas serían mejores para la salud. El doctor Lindeberg publicó un estudio donde comparó la dieta paleolítica con la mediterránea en pacientes con enfermedad isquémica del corazón y diabetes.

¿Cuál fue el resultado de esa comparación?

Al final de tres meses la dieta paleolítica fue muy superior en el control de glucosa con respecto a la mediterránea. En otro estudio, comparó la dieta paleolítica con la recomendada por la Asociación Americana de Diabetes y también fue superior a ésta última en pacientes con diabetes. El inconveniente de ambas es que la muestra fue corta, por lo cual está realizando un estudio a largo plazo y una muestra mayor en Suecia. Una de las grandes diferencias entre ambas dietas es que en la dieta paleolítica los pacientes consumieron mucha más fruta, y algo más de verdura, carne y pescado que en la mediterránea donde consumieron muchos más cereales, lácteos y margarinas. La dieta paleolítica se ajusta a los alimentos con los que nuestra especie evolucionó y la mediterránea incorpora alimentos nuevos para nuestra especie que pueden producir alteraciones metabólicas.

¿De qué tipo de inconvenientes se trata?

Un ejemplo es la capacidad de las lectinas presentes en cereales y legumbres de bloquear el receptor de la hormona insulina y de esa manera alteran la absorción de glucosa (azúcar) en la sangre. Otro es el hecho de que no podemos absorber correctamente los minerales de los cereales debido a la presencia de ácido fítico que nuestro organismo no puede digerir. Eso implica que una gran parte de los minerales de los cereales no los podemos absorber.

¿Cuáles son los alimentos ideales en una y otra dieta?

La dieta del paleolítico se basa en pescados y mariscos, carnes, frutas, verduras, tubérculos, frutos secos y huevos. La dieta mediterránea se basa en cereales integrales, lácteos desnatados, verduras, frutas, pescados, aceites vegetales y margarinas. Como publicó el doctor Lindeberg, al sustituir los cereales por frutas y verduras, principalmente, se consiguió una reducción de unas 450 kilocalorías diarias con la dieta paleolítica debido al alto contenido en agua de las frutas y verduras comparado con los cereales. Además, la dieta paleolítica consiguió mejorar el funcionamiento de una hormona muy importante para el apetito que es la leptina. Otro dato es que la proteína de la carne y el pescado tiene más poder de saciedad que los carbohidratos o la grasa.

¿Qué repercusión tiene la reducción de ingresos de las familias en la alimentación?
En cierta medida impide que se coma mejor, porque los alimentos derivados de cereales refinados suelen ser los más baratos. Lanzarote, al igual que el resto de Europa, está cambiando cada vez más la alimentación hacia un modelo universal llamado dieta occidental, donde predominan los alimentos derivados de cereales refinados, azúcares, aceites vegetales y lácteos. Hoy en día esos alimentos suponen un 70% de la energía consumida por un ciudadano occidental, y que no formaban parte de la dieta original del ser humano. No obstante, tampoco considero que la dieta más tradicional de Lanzarote sea un modelo óptimo para el ser humano, me refiero a basarla en gofio, granos o productos lácteos. Debido a que esos alimentos nos salvaron de la hambruna en algunas ocasiones, son frecuentemente sobrevalorados por nuestra sociedad, pero no son los alimentos más óptimos.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Eat, fast and live longer (Come, ayuna y vive más tiempo)

Hace unos días publiqué este articulo. Aunque existen evidencias de la seguridad y beneficios de hacer ayuno intermitente, he recibido varias respuestas que afirmam que eso no es sano o que no sirve para nada.

Si tu tambien cres que realmente el ayuno es solamente una locura, te desafio a que veas este documental de la BBC protagonizado por Michael J. Mosley.

Lamento no haber encontrado este video en castalleno o subtitulado. De todas maneras, aqui os dejo la versión original y también otra subtitulada en portugués.

Original en inglés


Original subtitulado en portugués


domingo, 30 de septiembre de 2012

La leche aumenta significativamente los niveles sanguíneos de una proteína llamada IGF-1, involucrada en el cáncer.5

Articulo de Maelán Fontes Villalba sobre la leche.

Principales conclusion : "Todas las poblaciones tradicionales con una salud excelente no consumen leche, lo cual indica que no es un alimento totalmente necesario."


Esta semana trataré un tema con mucha controversia, ¿lácteos si o lácteos no para la salud?

Para empezar diré que es un tema muy complejo y que no tiene una respuesta de si o no rotundo.

La principal razón por la que se recomienda el consumo de leche y derivados es por su calidad nutritiva, sobre todo por el hecho de que es el alimento más rico en calcio.

No obstante, como ya he abordado en un boletín anterior, realmente no es necesario tomar leche para tener una buena salud ósea. Pero eso no quiere decir que sea un alimento perjudicial para todo el mundo, con algunos matices que abordaré a continuación. Las poblaciones que consumen lácteos y son sanas, como los Maasai, por ejemplo, no consumen leche pasteurizada y homogeneizada como se hace en los países industrializados.

Las poblaciones tradicionales consumen leche cruda y fermentada, que tiene unas propiedades totalmente diferentes a la leche procesada industrialmente, sobre todo en cuanto a la concentración de ciertas vitaminas, y otros compuestos como el glutatión o las bacterias probióticas, importantes en la salud1. No obstante, la leche cruda tiene ciertos problemas asociados a la posible infección por bacterias y que no se pueden obviar.

Volviendo a la leche industrial, que es la que se consume en nuestra sociedad, suele haber mucha confusión acerca de si debe formar parte de una dieta sana o no. La razón es que la mayoría de las personas piensan que el problema está en la lactosa, debido a que un 65% de la población no puede digerir la lactosa, generando problemas gastrointestinales.

Consecuentemente, se tiende a pensar que tomando leche sin lactosa se erradica el problema de la leche. No obstante, los riesgos de la leche van más allá de la digestión de la lactosa. Debido al tipo de proteínas que tiene la leche (a diferencia de la carne), es capaz de inducir una fuerte producción de insulina, en otras palabras, tiene un índice insulinémico elevado, comparado incluso a los hidratos de carbono refinados2,3.

La producción de insulina elevada puede dar lugar a enfermedades y alteraciones como acné, miopía, cáncer de las células epiteliales, síndrome de ovarios poliquísticos, menarquia (primera menstruación) temprana o incremento de la estatura4.

La leche también aumenta significativamente los niveles sanguíneos de una proteína llamada IGF-1, involucrada en el cáncer5. En adición, ciertas proteínas de la leche aumentan el riesgo de enfermedades autoinmunes como la diabetes tipo 16-8 o la esclerosis múltiple9.

Recientemente se ha publicado varios estudios donde se ha visto que las proteínas de la leche, pero no de la carne, producen una sobre-estimulación del complejo de enzimas-cinasas mTOR, involucradas en patologías como cáncer, acné o diabetes tipo 210,11.

Finalmente, cabe destacar el hecho de que la composición de la leche de vaca es un 80% de caseínas, comparado con un 20% en la leche humana. Además de eso, se ha visto que la beta-caseína A1, pero no la A2, da lugar a la producción de beta-casomorfina-7 en el aparato gastrointestinal, proteína involucrada en enfermedades neurológicas y cardiovasculares12,13.

Interesantemente, la leche que se consume en los países industrializados contiene sobre todo caseína A1, la que está asociada a las enfermedades mencionadas anteriormente.

Por otro lado, la alergia a las proteínas de la leche de vaca es una de las más frecuentes, sobre todo en niños14,15.

En resumen, la leche es un alimento con un valor nutritivo alto que forma una parte importante de la dieta de ciertas poblaciones que son bastante sanas. Sin embargo, la leche que consumen esas poblaciones es muy diferente a la que se consume en los países industrializados, y además tiene ciertos riesgos para la salud derivados de la posible infección por bacterias.

En personas genéticamente susceptibles a enfermedades cardiovasculares, autoinmunes y alergias, el consumo de leche puede ser un factor que aumente el riesgo de esas enfermedades. Además, la leche no contiene ningún nutriente que no se pueda obtener de una dieta equilibrada basada en pescados, carnes magras, frutas, verduras, tubérculos, frutos secos y huevos.

Como conclusión, debido a que el consumo de leche “industrial” tiene ciertos riesgos para la salud, y que no aporta ningún nutriente que no se puedan obtener con otros alimentos, aplicando el sentido común es mejor evitar el consumo regular de leche para la mayoría de la población. No obstante, puede haber casos particulares donde el consumo de leche no suponga un riesgo para la salud, es lo que se llama individualidad. Finalmente, casi todas las poblaciones tradicionales con una salud excelente no consumen leche, lo cual indica que no es un alimento totalmente necesario.

Maelán Fontes Villalba, MS
Doctorando en Nutrición Humana, Universidad Complutense de Madrid
Centro de Investigación en Salud en Atención Primaria, Facultad de Medicina de la Universidad de Lund, Suecia

domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Qué es el Intermittent Fasting?



El Intermittent Fasting (IF), o ayuno intermitente, es una propuesta nutricional basada en la combinación de periodos de ayuno con periodos de ingesta de alimento. En el año 1946 ya se publicó el primer artículo en Journal of Nutrition dónde observaron cómo la práctica del IF prolongaba la vida a un grupo de ratones investigados. Desde entonces, numerosos estudios avalan sus incontables beneficios para la salud:
  • Regulación de los niveles sanguíneos de glucosa, insulina, triglicéridos, colesterol LDL, etc.
  • Regulación de la tensión arterial. Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Regeneración y cuidado del sistema nervioso. Efecto antienvejecimiento cerebral.
  • Favorece la lipólisis (quema de grasas).
  • Reduce el estrés oxidativo.
  • Reduce el apetito y regula el hambre.

En los últimos años se han propuesto numerosas formas de practicar el IF. En realidad es un método muy variable que se puede incluir en nuestro día a día en función de nuestro estilo de vida, ritmo laboral, entrenamientos, etc. Algunos ejemplos pueden ser:
  • Ayuno de 16-18 horas (contando las horas de sueño). Dos comidas al día.
  • Ayuno de 24 horas. Una única comida al día.
  • Ayuno de 24 horas alternado con 24 horas comiendo ad libitum (Alternative Day Fasting o ADF).
Creo que el IF que más se ajusta a nuestro estilo de vida es el ayuno intermitente dentro de un mismo día (16-18 horas), aunque cada uno puede probar lo que mejor le vaya. Es bastante probable que los beneficios del IF en la salud sean por hormesis, por lo que cada uno tiene que valorar que estrés (también psicológico) le produce en su organismo.
Los deportistas o amantes de la actividad física, si entienden el concepto de hormesis, pueden aprovechar para realizar los entrenamientos en situación de carencia relativa de energía (entrenamiento en ayunas) y aprovechar la respuesta adaptativa para generar una buena supercompensación. Para mi, es realmente interesante el entrenamiento de fuerza en ayunas como herramienta para la pérdida de grasa abdominal y la mejora de la masa muscular.
En teoría, durante los periodos de “abundancia de comida” se puede comer lo que se quiera, ya que así están realizados los estudios, aunque si se quieren aumentar los beneficios, se puede también tener en cuenta algunas recomendaciones básicas:
  • Consume verdura en abundancia y variada.
  • Aporta las proteínas necesarias para producir una buena supercompensación a nivel muscular: carne, pescado, huevos, marisco, proteínas de suero de leche…
  • Asegura el aporte de ácidos grasos omega-3 mediante la ingesta de pescado, nueces y/o aceite de linaza.
  • Aumenta la carga calórica de las comidas, mediante la ingesta de frutos secos, aguacates, coco (también leche de coco), etc.
  • Elige alimentos “disfrute”, ya que ¡también hay que disfrutar!: chocolate del 70-80%, quesos grasos, embutidos…lo que mas os guste.
Curiosamente a lo que podríamos pensar, es muy importante que la comida post-IF sea caloricamente interesante, ya que esto favorecerá el ciclo vaciado-llenado, y mediante una hormona llamada Leptina, se conseguirá  la sensación de saciedad  y permitirá que el cerebro favorezca la utilización de la grasa abdominal como fuente de energía durante los periodos de ayuno. Además, aprovecharemos el efecto térmico de los alimentos para aumentar el gasto metabólico del organismo. ´
El IF permite desarrollar nuestra fortaleza física y mental. Se basa en la modificación del entorno para conseguir el máximo potencial de nuestro organismo. Parece ser que sabemos lo que somos, pero no lo que podemos llegar a ser.