miércoles, 31 de octubre de 2012

¿Hay que tomar leche para evitar las fracturas?



Según un estudio; incluso se produce un aumento del riesgo de fracturas.


Las recomendaciones dietéticas habituales aconsejan tomar 2-3 tazas diarias de leche desnatada o su equivalente en productos lácteos. Una de las principales razones es porque la leche es un alimento rico en calcio.

El calcio es uno de tantos minerales que forman la estructura del hueso, y aunque los otros también tienen una gran importancia, se ha sobrevalorado el papel del calcio en la salud de los huesos.

Debido a que en los países industrializados las fracturas por debilidad de los huesos (osteoporosis) afectan a una parte importante de la población anciana, especialmente en mujeres postmenopáusicas, se recomienda una ingesta de productos lácteos adecuada para asegurar tomar la cantidad de calcio supuestamente necesaria.

Pero, ¿realmente es tan necesario tomar esa cantidad de lácteos y calcio para evitar fracturas?, esa respuesta nos la van a dar los estudios científicos publicados sobre este tema.

En un estudio1 publicado en la prestigiosa revista The American Journal of Clinical Nutrition, los autores revisaron los datos de todos los estudios publicados hasta la fecha (año 2007) donde habían investigado la ingesta de calcio con las fracturas de hueso, concretamente de la cadera. Los resultados fueron los siguientes: la ingesta de calcio no está asociada con el número de fracturas de cadera en hombres y mujeres, en estudios observacionales. Al analizar los estudios donde se dio calcio comparado con un placebo (cápsula con una sustancia inocua) no se produjo ninguna reducción en el número de fracturas, e incluso se produce un aumento del riesgo.

Por lo tanto, no hay ningún estudio que demuestre que dar calcio como suplemento, o ingerir más calcio de lácteos, genere protección contra fracturas.

Por otro lado, en un conocido estudio2 publicado en la revista British Medical Journal, los autores valoraron el efecto de dar 1 gramo de calcio, comparado con un placebo, en el número de eventos cardiovasculares en mujeres de edad avanzada (74 años de media).

Los resultados fueron impactantes, al cabo de 5 años, el grupo de mujeres (732 mujeres) que tomó calcio tuvo un porcentaje significativamente mayor de infarto de miocardio que el grupo (739 mujeres) que no tomó calcio.
Figura 1





Ciertas poblaciones (por ejemplo, los isleños de Kitava estudiados por Staffan Lindeberg) que no consumen leche tienen un riesgo de fractura mucho menor que poblaciones que consumen muchos productos lácteos. Esto quiere decir, que hay otros factores, además de la leche y el calcio, que influyen mucho sobre la salud de los huesos.

En conclusión, la mayoría de la publicidad que recibimos diariamente sobre el efecto protector de la leche sobre los huesos no tiene ninguna evidencia científica, e incluso, el consumo elevado de calcio puede aumentar el riesgo de infarto de miocardio en ciertos grupos de personas.

Además, el consumo de leche puede inducir algunos problemas de salud a largo plazo, como alergias alimentarias, enfermedades cardiovasculares (la beta-caseína A-1 produce un péptido llamado beta-casomorfina-7 asociado a un aumento del riesgo cardiovascular) o autoinmunes (esclerosis múltiple o diabetes tipo 1) en personas genéticamente susceptibles. Estos temas los abordaremos en el futuro.


Maelan Fontes Villalba, MS
Doctorando en Nutrición
Center for Primary Health Care Research
Faculty of Medicine, Lund University
Malmö, Sweden
www.maelanfontes.com
@maelanfontes

Referencias

1. Bischoff-Ferrari HA, Dawson-Hughes B, Baron JA, et al. Calcium intake and hip fracture risk in men and women: a meta-analysis of prospective cohort studies and randomized controlled trials. Am J Clin Nutr 2007;86(6):1780–90.
2. Bolland MJ, Barber PA, Doughty RN, et al. Vascular events in healthy older women receiving calcium supplementation: randomised controlled trial. BMJ 2008;336(7638):262–6.

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